Informes de inteligencia de origen estadounidense plantean una posible invasión en el futuro cercano. Rusia ha realizado ejercicios militares en el Mar Negro, al sur de Ucrania, bajo el argumento de que necesitaba agudizar la preparación para el combate de sus fuerzas convencionales y nucleares debido a la mayor actividad de la OTAN cerca de sus fronteras.

Ucrania, que con su aliado Estados Unidos cree que Rusia podría estar preparando una invasión, organizó sus propios ejercicios cerca de la frontera con Bielorrusia.

El aumento de la actividad militar en ambos lados sigue a semanas de creciente tensión que han aumentado el riesgo de guerra entre los dos vecinos, a pesar de que Rusia niega la intención agresiva y fuentes de inteligencia occidentales han dicho a la agencia de noticias Reuters que no ven ninguna invasión como inminente.

Estados Unidos y la OTAN han manifestado su respaldo a Ucrania de formas que Moscú considera provocativas, incluso mediante maniobras de buques de guerra en el Mar Negro y la entrega de buques patrulleros estadounidenses a la armada ucraniana.

Los aviones y barcos de combate rusos practicaron repeler ataques aéreos en bases navales y responder con ataques aéreos durante ejercicios militares el miércoles en el Mar Negro, según informó la agencia de noticias Interfax.

Ucrania llevó a cabo el miércoles lo que llamó una "operación especial" en la frontera con Bielorrusia, que incluyó ejercicios con drones y simulacros militares para unidades antitanques y aerotransportadas.

Han desplegado 8.500 soldados adicionales en su frontera con Bielorrusia, dado que según afirman temen verse arrastrados a la crisis migratoria, que ha visto a la Unión Europea acusar a Minsk de llevar personas del Medio Oriente y presionarlas para que ingresen a la vecina Polonia. Bielorrusia niega haber fomentado la crisis.

A Kiev también le preocupa que Rusia pueda utilizar la frontera con Bielorrusia, su aliado cercano, para organizar un asalto militar. El jefe de inteligencia militar de Ucrania dijo al medio Military Times este fin de semana que Rusia tenía más de 92.000 soldados concentrados alrededor de las fronteras de Ucrania y se estaba preparando para un ataque a fines de enero o principios de febrero.

Desde Moscú descartaron de plano esas sugerencias y aseguraron que no se trataba de amenazas a nadie. Además, defendieron su derecho a desplegar sus tropas como quisiera.

Fuentes de inteligencia, diplomáticos y analistas dicen que Moscú puede estar utilizando la escalada de tensión con Ucrania como parte de una estrategia más amplia para ejercer presión en Europa, incluso respaldando a Bielorrusia en la crisis migratoria y utilizando su influencia como principal proveedor de gas del continente para presionar por rápida aprobación regulatoria de su nuevo gasoducto Nord Stream 2 a Alemania.