El atentado se produjo tan sólo un día después de que Al Shabaab lanzase un ataque en la vecina Kenia y matase al menos a 36 trabajadores no musulmanes de una cantera.

El Ejército de Kenia apoya al gobierno somalí en su lucha contra Al Shabaab, ya que los islamistas exigen la retirada de las tropas kenianas y perpetran atentados en el país vecino, como el del año pasado contra un centro comercial en Nairobi.

Además del atacante, entre las víctimas hay dos miembros de las fuerzas de seguridad somalíes y dos civiles, aunque no se registraron víctimas entre los miembros de la ONU.

Según fuentes de los servicios de seguridad, un miembro de Al Shabaab que conducía un coche bomba se lanzó contra el convoy de la ONU.

"La escolta (del convoy de la ONU) hizo lo que pudo para hacer retroceder al atacante suicida antes de que alcanzase su objetivo", explicó a la agencia de noticias DPA el funcionario de seguridad Mohamed Hassan.

"El vehículo detonó demasiado pronto y no alcanzó al convoy de la ONU", agregó.

El ataque suicida tuvo lugar en las inmediaciones del aeropuerto Aden Ade de la capital, que está fuertemente vigilado y, según testigos, la explosión se pudo escuchar en casi toda la ciudad.

Un portavoz del grupo islamista Al Shabaab asumió la autoría del ataque poco después de ocurrido, en declaraciones a un programa de radio local cercano al grupo.

Al Shabbab, grupo cercano a Al Qaeda, lucha desde hace años contra el gobierno central de Somalia y perpetra graves atentados, a pesar de que en 2011 fue prácticamente expulsado de la capital por las tropas de la Misión de la Unión Africana en Somalia (Amisom).