El candidato oficialista Tabaré Vázquez será el próximo presidente de Uruguay al haber obtenido en el balotaje de hoy cerca de 52 por ciento de los votos, según cómputos oficiales parciales. Su competidor, el nacionalista Luis Lacalle Pou, reconoció su derrota vía Twitter apenas dos horas después de cerrados los comicios, tras ceder una ventaja de al menos diez puntos porcentuales.
 
Con escasas diferencias, tres sondeos de boca de urna le daban al médico frenteamplista entre 53,5% y 53,9% de los votos, contra un 40,6% a 41,4% al candidato blanco, informó por Continental la socióloga Mariana Pomies, directora de CIFRA. "Tabaré se retiró de su primer período con mayor popularidad que la que tenía Mujica en el mismo período. Tiene probada trayectoria y aprobación popular. El Frente Amplio tiene una muy buena evaluación, sobre todo del funcionamiento de la economía. La campaña que hizo Mujica, sobre todo en el Interior, donde el Frente creció, aunque bajó un poquito en Montevideo, que siempre fue su baluarte. El perfil de Vázquez, menos frontal que el de Mujica, ayudó a que el nivel de voto fuera superior al que obtuvo el presidente saliente. Para la población el primer desafío es la seguridad", analizó Pomies en La Mirada Despierta.
 
“Festejemos este pronunciamiento soberano, este clima de paz”, exhortó Vázquez en su primer mensaje tras los comicios, en el que prometió “más trabajo y sostenibilidad ambiental, más infraestructura y equipamiento para los uruguayos. Hoy los uruguayos hemos dicho sí a más libertades y derechos, mejor democracia y ciudadanía”, sostuvo el médico oncólogo de 74 años que ya ejerció la presidencia entre 2005 y 2010.
 
El triunfo de Tabaré Vázquez cierra el año electoral en la región profundizando la tendencia hacia la continuidad que comenzó a delinearse en 2013 en las presidenciales de Venezuela, Ecuador y Chile en las que se impusieron Nicolás Maduro, Rafael Correa y Michelle Bachelet. Sólo en Chile hubo un cambio de signo político para marcar el regreso al poder de la Concertación que gobierna el país trasandino desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet, tras el paréntesis que significó el mandato del neopinochetista Piñera.