Suiza destruirá 9 millones de dosis de la vacuna Moderna contra el COVID-19 que hayan llegado a su fecha de vencimiento, y otros 5,1 millones de inyecciones de vacunas correrán el mismo destino en febrero según las autoridades del país.

El desperdicio refleja la estrategia suiza de pedir más vacunas de las que necesita para garantizar que su población de alrededor de 8,7 millones obtenga suministros suficientes incluso en caso de cuellos de botella o problemas de calidad.