Los comunistas rusos en Moscú depositaron flores el viernes en las lápidas de granito de docenas de altos oficiales de la NKVD, la policía secreta soviética que mató, torturó y encarceló a millones durante las purgas de Josef Stalin.

"Tenemos que celebrar a estas personas, honrarlas y recordarlas", dijo la cuatro veces política comunista Nina Ostanina refiriéndose a los oficiales, no a las víctimas, incluidos los que organizaron las purgas y ejecutaron personalmente a "los enemigos del pueblo".