La Organización de la Naciones Unidas (ONU) denunció el ataque de francotiradores contra uno de sus vehículos en Siria encargados de la investigación del uso de armas químicas en el conflicto.

“El primer vehículo del equipo de Investigación de Armas Químicas fue tiroteado múltiples veces, deliberadamente, por francotiradores no identificados”, detalló la ONU en un comunicado difundido en Seúl, donde se encuentra de visita oficial su presidente, Ban Ki-Moon. Según Naciones Unidas, los disparos provocaron que el vehículo quedara inutilizado lo que obligó a que “el equipo regresara a salvo al punto de control del Gobierno”, añadió el portavoz de la organización en el documento.

En el momento del ataque, el equipo de la ONU se encontraba realizando una investigación sobre el terreno en la zona de las afueras de Damasco, donde la oposición siria denunció el miércoles pasado la muerte de más de mil personas por un supuesto ataque químico del régimen. No obstante, a pesar de los disparos, la ONU confirmó en el comunicado que “el equipo regresará a la zona en cuanto el vehículo sea reemplazado”.

Las autoridades sirias, que niegan haber usado armamento químico en Guta, acusaron a su vez a los rebeldes de utilizar este tipo de armas en recientes combates en los suburbios de la capital, atribuyeron la agresión a los inspectores de la ONU a “grupos terroristas armados”.

En este contexto, madura la sensación de que la OTAN, la alianza militar que obedece a Estados Unidos, prepara una intervención en el país gobernado por Bashar al-Assad “si se comprueba el uso de armas químicas”, algo “completamente inaceptable y una clara violación de la legalidad internacional”, indicaron fuentes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.

Los tres países que pujan por la intervención militar en Siria son Estados Unidos, el Reino Unido y Francia, quienes ya intervinieron en la guerra civil libia a favor de las variopintas fuerzas que se enfrentaban a Muammar Ghadafi.