El gobierno griego pidió el respaldo de sus diputados a la propuesta presentada ayer -y que genera resistencia en vastos sectores sociales del país heleno- para solucionar la crisis de la deuda que los afecta, al tiempo que advirtió que de no lograrlo "no podrá mantenerse" y deberá convocar nuevamente a elecciones. El portavoz presidencial, Gavriil Sakelaridis, reconoció que las propuestas entregadas ayer marcan una cierta "distancia" con el programa del partido de gobierno Syriza, pero aseguró que siguen defendiendo un "reparto justo" de la carga social.

Sakelaridis señaló que una vez que se logre un acuerdo con la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, este será remitido inmediatamente a los grupos parlamentarios donde todos los diputados "tendrán que asumir su responsabilidad". En caso de no lograr el apoyo de los diputados de la coalición gubernamental -el izquierdista Sýriza y el nacionalista Griegos Independientes-, "la única salida son las urnas y el voto del pueblo", dijo el portavoz. 

El plan presentado ayer contiene concesiones que van claramente más allá de lo ofrecido hasta ahora y entre las medidas más duras figuran subas del IVA en la factura de los hoteles y de la carga fiscal de las empresas, así como de las cotizaciones a la Seguridad Social y de las contribuciones de los jubilados a los seguros de enfermedad. Frente a este plan de ajuste ofrecido, las reacciones del partido gubernamental Syriza no se hicieron esperar. El vicepresidente del Parlamento, Alexis Mitrópulos, afirmó que las medidas "no se pueden votar porque son extremas y antisociales".

Como contrapartida, líderes de la eurozona y dirigentes europeos dijeron ayer que la nueva propuesta presentada por el gobierno griego es la mejor en varias semanas y podría permitir un acuerdo que evite un default y una salida de Grecia del euro, destrabando cuatro meses de negociaciones entre Atenas y sus acreedores. "Las propuestas (griegas) son un paso positivo. Serán evaluadas en las próximas horas", dijo el presidente de la Unión Europea (UE), Donald Tusk, luego de una cumbre de emergencia sobre Grecia de los 19 Jefes de Estado y Gobierno de la eurozona, entre ellos el premier griego, Alexis Tsipras, y la directora gerente del FMI, Christine Lagarde.