Uno de los dos gobiernos separatistas del este de Ucrania declaró hoy un cese del fuego hasta el próximo viernes después de una jornada de negociaciones con el embajador ruso en Kiev y una representante europea, y tras dos meses y medio de una ofensiva del Ejército que provocó cientos de muertos.

El primer ministro de la recientemente proclamada República Popular de Donetsk, Alexander Borodai, fue el encargado de sentarse por primera vez en la mesa de negociación, y tras varias horas anunció que habían llegado a un acuerdo para aceptar el cese del fuego declarado el viernes pasado por el gobierno ucraniano.

"Esperamos que durante el alto el fuego puedan comenzar negociaciones sobre un acuerdo de paz", aseguró Borodai desde la ciudad de Donetsk, donde se realizó la negociación, según informó la agencia de noticias rusa Interfax.

Según este medio, citado por la agencia de noticias DPA, Borodai se sentó a dialogar con el embajador de Rusia en el país, Mijail Surabov, una representante de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), la diplomática suiza Heidi Tagliavini, y el ex presidente ucraniano Leonid Kutchma.

También participó, aunque con un perfil más bajo, el político ucraniano Viktor Medvedtchuk, un oligarca muy cercano a Moscú, que había sido propuesto en el pasado por el presidente ruso Vladimir Putin como un posible mediador.

Tan cercano a Moscú es, que Putin es el padrino de su hija y él fue uno de los dirigentes ucranianos sancionados por Washington en los últimos meses, tras la anexión rusa de la península Crimea.

El gobierno ucraniano no participó directamente de la negociación, pero Kutchma se reunió con el presidente Petro Poroshenko en Kiev antes de viajar a Donetsk, el corazón del levantamiento separatista que logró tomar los gobiernos de esa provincia y de la vecina Lugansk casi sin resistencia hace tres meses.

Poroshenko había ordenado el viernes pasado un alto el fuego por una semana, aunque había advertido que el Ejército continuaría respondiendo a cualquier ataque de las milicias separatistas.

Los combates y las agresiones, de uno y otro bando, continuaron durante todo el fin de semana e inclusive durante el día de hoy.
"Si Kiev cesa el fuego, nos comprometeremos a detener el fuego por nuestra parte", aseguró Borodai tras las negociaciones, en una entrevista con el canal ruso Rossi­a 24, citado por la agencia de noticias EFE.

Al anunciar el cese del fuego el viernes pasado, Poroshenko había propuesto también un "plan de paz" de 15 puntos, que establecía el desarme de las milicias separatistas -nada decía de los grupos paramilitares creados por oligarcas en connivencia con Kiev para combatir a los pro rusos- y una amnistía para los combatientes.

Sin embargo, el flamante presidente, que fue electo el 25 de mayo pasado en una elección boicoteada por los separatistas en las provincias de Donetsk y Lugansk, dejó en claro que no negociará con "terroristas" que tienen sus "manos manchadas con sangre".

El tono y el vocabulario elegidos por Poroshenko habían provocado el inmediato rechazo de las autoridades separatistas de Donetsk y nuevos pedidos de Moscú para incluir a todos los actores del conflicto ucraniano en una eventual negociación de paz.
Este mismo mensaje trasmitió hoy por teléfono Putin a su par estadounidense, Barack Obama.

"Putin destacó que a fin de normalizar la situación en las regiones surorientales (de Ucrania), la prioridad es el cese verdadero de las acciones militares y el inicio de negociaciones directas de las partes en conflicto", informó el servicio de prensa del Kremlin.

Tras el primer acuerdo alcanzado hoy en Donetsk, el gobierno de Poroshenko y las autoridades separatistas pro rusas tienen cuatro días para lograr sentarse en una misma mesa y comenzar a discutir una solución que ponga fin al profundo conflicto político y reunifique al país.