El regulador ambiental de Chile, SMA, emitió la semana pasada una serie de medidas contra la mina Ojos del Salado, operada por la unidad local de Lundin, alegando que su "sobreextracción de material" podría haber causado el crater gigante.

El presidente de Ojos del Salado, Luis Sánchez, dijo que la evaluación solo tiene en cuenta la actividad minera cercana, que por sí sola no podría explicar la formación del sumidero que ha crecido hasta un diámetro de 36,5 metros.