El 16 de febrero, el día en que algunos informes habían pronosticado que Rusia invadiría Ucrania, llegó y pasó sin incidentes. La difusión de esa información que no fue, formó parte del juego de guerra psicológica que juegan ambas partes en crisis, en este caso por parte de los Estados Unidos, sus organismos de inteligencia, con ayuda de la prensa.

Los rusos se burlaron de todo eso. “Qué triste celebración tenemos hoy”, dijo Olga Skabeeva, presentadora del programa de entrevistas de los medios estatales 60 Minutos, mientras estaba de pie en un escenario adornado con los logotipos del Daily Mirror y el Daily Mail. “El día de la no invasión de Ucrania, o tal vez como dicen en Ucrania, el día en que Putin una vez más no haya atacado”.

Los líderes occidentales encabezados por Joe Biden dicen que han hecho públicos lo que afirman, son planes rusos para lanzar una invasión de Ucrania, con la esperanza de que exponer los supuestos movimientos del Kremlin por adelantado podría evitar una guerra.

Pero los anuncios de una fecha y, en el caso de algunos tabloides , la hora exacta en que Rusia podría lanzar el ataque potencial establecieron un gran objetivo para que los funcionarios y los medios rusos lo ridiculizaran, porque evidentemente, eran falsos.

La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, escribió una solicitud a los medios de desinformación masiva de Estados Unidos "el año que viene, me gustaría que planifiquen mis vacaciones”.

Un día antes, escribió: “El 15 de febrero de 2022 pasará a la historia como el día del fracaso de la propaganda de guerra occidental. Humillado y destruido sin disparar un tiro”.

Sin embargo, poco ha cambiado sobre el terreno cerca de las fronteras de Ucrania. Después del anuncio de una “retirada parcial” de las fuerzas rusas por parte de Vladimir Putin el martes, solo dos unidades han partido oficialmente de Crimea hacia sus bases de operaciones.

Mientras tanto, los analistas del Equipo de Inteligencia de Conflictos le dijeron a The Guardian que habían identificado un nuevo cargamento de artillería de cohetes TOS-1A que se estaba descargando en Kursk, en el sur de Rusia.

Los informes estadounidenses han dicho principalmente que esta semana marca el comienzo de una ventana en la que Rusia podría lanzar una operación, en lugar de predecir el día en que se llevaría a cabo.

En Rusia, la cobertura de esta acumulación se centra menos en el movimiento de tanques y misiles Iskander que en la batalla de información, donde los principales agresores son vistos como funcionarios y medios occidentales que informan predicciones de guerra total o ataques de bandera falsa.