Durante la apertura la XIX Conferencia Anual de Embajadores franceses, Nicolas Sarkozy arremetió contra el programa nuclear que lleva adelante el gobierno iraní.


"Sus ambiciones militares, nucleares y balísticas constituyen una creciente amenaza que podría llevar a un ataque preventivo contra los sitios iraníes", señaló el presidente galo, aunque aclaró que esta situación "provocaría una crisis mayor que Francia no quiere bajo ningún concepto".


Tras afirmar que "Irán se niega a negociar seriamente", Sarkozy sostuvo que las autoridades de Teherán efectúan "nuevas provocaciones". "Frente a ese desafío, la comunidad internacional debe aportar una respuesta creíble", indicó ante los más altos representantes diplomáticos franceses.


Sarkozy agregó que los países que encabezan la ofensiva diplomática contra Irán (principalmente Europa y los Estados Unidos) deberán dar " muestras de unidad, de firmeza y de que las sanciones pueden ser más duras todavía".