Desde 1998, Estados Unidos y Rusia, junto a otros socios, trabajaron en conjunto en la ISS con éxito. Sin embargo, las relaciones se deterioraron desde la invasión rusa a Ucrania, y Rusia amenazó con abandonar el proyecto debido a las sanciones occidentales en su contra, aunque la NASA dijo que aún no recibieron ningún aviso oficial de la intención de Moscú de retirarse del programa.