El movimiento bélico del ejército de Vladimir Putin estuvo precedido de juna jugada política. El Kremlin reconoció la idependencia de dos regiones separatistas dentro de Ucrania: Luhansk y Donetsk. Así, considerándolas países independientes, Rusia ingresó con sus tropas a Donetsk, pero legalmento no considera que haya una invasión, sino una misión de "mantenimineto de la paz".