La compañía de gas estatal polaca PGNiG mencionó que le habían dicho que todas las entregas de gas se detendrían a partir de este miércoles. El Ministerio de Energía de Bulgaria también había sido informado de que las entregas se suspenderían en la misma fecha.

Estas medidas por parte de Rusia se generan a partir de que les exigiera a los países “hostiles” que paguen en rublos o les cortarían el suministro como respuesta a las sanciones que le fueron impuestas por su invasión de Ucrania.

Ambos países se han negado a pagar de esta manera y se quedan sin el gas proveniente de Rusia.

PGNiG depende de Gazprom para la mayoría de sus importaciones de gas y compró el 53% de sus importaciones a la empresa rusa en el primer trimestre de este año. Mientras tanto, Bulgaria, que depende de Gazprom para más del 90% de su suministro de gas, explicó que había tomado medidas para encontrar fuentes alternativas, pero que actualmente no se requerían restricciones en el consumo de gas.

La ministra del Clima de Polonia, Anna Moskwa, dijo que no había necesidad de extraer gas de las reservas y que no se cortaría el suministro de gas a los clientes.

Los suministros de Rusia representan alrededor del 40% de las importaciones de gas natural de la Unión Europea. Sin embargo, muchos países se han comprometido a alejarse de la energía rusa en respuesta a su invasión de Ucrania. Estados Unidos ha declarado una prohibición total a las importaciones rusas de petróleo, gas y carbón.