Los suministros de gas de Rusia a Europa del Este parecen muy inciertos después de que el gigante gasista estatal del país, Gazprom, dijera a Polonia y Bulgaria que detendría los suministros.

La medida se produce después de que ambos países rechazaran la reciente demanda de Moscú de pagar el suministro de gas en rublos, pero también coincide con un fuerte aumento de las tensiones entre los aliados occidentales y Rusia a medida que la guerra en Ucrania continúa por tercer mes.