Según informaciones provenientes de Rusia, el grupo de activistas de Greenpeace detenido en ese país desde la semana pasada, entre ellos dos argentinos, comenzó a ser investigado por la presunta comisión del delito de "piratería", que según la legislación de Moscú puede acarrear una pena de hasta 15 años de cárcel.

Sin embargo, por Continental, Hernán Nadal, coordinador de la Campaña del Ártico de Greenpeace, subrayó que la ONG no tiene "ninguna confirmación oficial de ningún cargo". En La Mañana, subrayó que sus abogados están en Rusia "y hasta ahora no recibieron ninguna información oficial en el sentido de lo que cuentan las agencias internacionales".

En La Mañana, informó que "los treinta activistas" están a bordo del Arctic Sunrise, cerca del puerto de Murmansk, esperando que se defina su situación legal en las próximas horas".

Los ambientalistas de Greenpeace fueron detenidos por la guardia Costera rusa mientras protestaban contra la exploración petrolera en el Ártico el jueves último, y entre ellos estaban los argentinos Camila Speziale, una joven de 21 años que vive en Buenos Aires, en el barrio de Caballito, estudia fotografía y hace cuatro años es voluntaria de la organización, y Hernán Pérez, integrante del equipo de Greenpeace internacional.

Las autoridades rusas abrieron una investigación por "piratería en grupo organizado" contra los detenidos, que serán procesados "independientemente de su nacionalidad". Los activistas estaban en el barco Arctic Sunrise, un rompehielos que lideró la protesta contra la compañía de energía Gazprom.

Por la situación de Speziale y Pérez, compañeros en la organización reclamaron el jueves pasado ante la Embajada de Rusia por su liberación, como así también la de los otros 28 ambientalistas detenidos.