La ola de calor que recorre el hemisferio norte cuando se acerca al punto cúlmine del verano está poniendo a prueba los límites de la supervivencia humana en los lugares más calurosos de la Tierra. Una demostración de que los escenarios extremos proyectados por multiplicidad de estudios en los últimos años en el contexto de la aceleración del calentamiento global no sólo son cada vez más posibles y probables, sino un hecho con consecuencias inmediatas. El aumento extremo de la temperatura en territorios, océanos y mares de todo el mundo está arrojando datos que se acercan o incluso superan los niveles más intensos que se consideran soportables por la vida humana y animal.