Se sospecha que el ISIS (o ISIL) llevó a cabo una serie de ataques la semana pasada en el noreste de Siria, una indicación, según han dicho expertos y monitores, de que el grupo está potencialmente en aumento una vez más.

Un presunto ataque de ISIL en una reunión iftar de Ramadán (comida nocturna que se hace de manera comunitaria, con grupos de musulmanes que se reúnen para romper el ayuno) cerca de Deir Az Zor el miércoles mató a siete personas, incluido el ex portavoz de las Fuerzas Democráticas Sirias lideradas por kurdos respaldadas por Estados Unidos, Nouri Hamish.

La naturaleza descarada del ataque ha alarmado a los residentes, y los analistas y las agencias humanitarias ahora temen que el aumento de los ataques pueda poner en peligro el trabajo humanitario que salva vidas en la región empobrecida y poner a millones de personas vulnerables en riesgo de ataque.

ISIS ha aumentado sus ataques en el noreste de Siria después de que las fuerzas especiales estadounidenses asesinaran al entonces líder Abu Ibrahim al-Qurayshi y su portavoz oficial.

En medios locales afirman que la agrupación terrorista en solo 10 días ha realizado más ataques que en todo febrero y marzo. 

Sasha Hoffman, investigadora del Centro de Información de Rojava, piensa que el momento de la operación de ISIS fue estratégico, ya que "la atención internacional está en otra parte", especialmente en la Ucrania por la guerra con Rusia.