Durante el VI Foro Económico Oriental realizado este miércoles, el presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró que detendría el suministro de petróleo y gas a todos los países que decidan imponer un tope en el precio de los hidrocarburos vendidos por Moscú. La propuesta había sido planteada por la Unión Europea el viernes pasado para "reducir los ingresos y la capacidad de Rusia de financiar la guerra”. 

De igual manera, el líder del Kremlin culpó a los países europeos por causarse a sí mismos la crisis energética y encarecer la vida de sus habitantes. “Ellos mismos han creado el problema y ahora no saben qué hacer”, manifestó. Putin asegura que las sanciones impuestas por occidente han provocado una penuria de piezas de recambio de las máquinas, lo que amenaza la integridad del gasoducto Nord Stream.

“El Nord Stream tiene una fuga, es un potencial incendio. Está prácticamente cerrado ahora y todos dicen que Rusia utiliza esto como un arma. Es un sin sentido y una tontería”, enfatizó. “Danos una turbina y encenderemos Nord Stream 1 mañana”.

Asimismo, tras la “fiebre sancionadora”, el presidente ruso asegura que el panorama económico en el país está mucho mejor que la primavera pasada. “Creyeron que nuestro país sufriría, pero estamos viendo cómo la producción y los empleos en Europa cierran uno tras otro. Una de las razones es la ruptura de los lazos comerciales con Rusia”, enfatizó.