Barack Obama aboga por que israelíes y palestinos firmen un acuerdo de paz antes de que finalice su mandato en 2013.

A pesar de no tener una relación ideal con Benjamín Netanyahu, el presidente estadounidense volvió a reunirse esta semana con el primer ministro israelí en la Casa Blanca, con la intención de reafirmar las "inquebrantables” relaciones diplomáticas entre ambos países.

Y lo que parecía ser un encuentro entre dos adversarios políticos finalizó con un acuerdo para reactivar las negociaciones directas entre Israel y los palestinos, antes de que finalice en septiembre la moratoria israelí de diez meses para construir viviendas en los territorios autónomos.

Las conversaciones directas se interrumpieron después de que Israel lanzara una operación militar a fines de 2008, mientras que las indirectas fueron canceladas en marzo pasado, luego de que Tel Aviv anunciara un programa para construir 1.600 viviendas en Jerusalén Este, donde los palestinos quieren proclamar su futura capital.

"Nosotros probablemente no tenemos mejor oportunidad que la que hemos conseguido ahora. Y esto tiene que ser logrado”, dijo Obama, durante una entrevista con Canal 2 de televisión en Jerusalén.

Consultado sobre Netanyahu, el mandatario resaltó: "Yo pienso que él es quien entiende que nosotros hemos conseguido una ventana ancha de oportunidad”, mientras el moderado presidente palestino Mahmud Abbas y el primer ministro Salam Fallad estén en el poder.

Pero cuando se le preguntó en Nueva York si extendería el congelamiento de la construcción de viviendas sobre territorios ocupados, el premier israelí evitó dar una clara respuesta, aunque prometió dar "pasos concretos” para estimular el proceso de paz.

De todos modos, Netanyahu admitió que si se realizan conversaciones directas, es probable que en un año se logre un acuerdo de paz, al hablar el jueves ante el Consejo de Relaciones Internacionales en Nueva York.