Para Barack Obama, “generar empleo es la cuestión número uno para Estados Unidos”. El presidente estadounidense le pidió al Congreso que deje de lado los “juegos” y apruebe la ley para impulsar la creación de puestos laborales.

En su habitual discurso de los sábados, dijo que la iniciativa contiene ideas “que han sido apoyadas antes tanto por demócratas como por republicanos”.

El paquete incluye desde incentivos fiscales para empleadores y trabajadores a planes para la construcción de infraestructuras, pasando por una ampliación de la base de recaudación impositiva. Es precisamente ese último frente el que está generando la resistencia de los republicanos, quienes se oponen a que la recaudación se eleve gracias a la suspensión de los alivios impositivos que vienen disfrutando los estadounidenses más ricos.