En el pasado mes de marzo, la cadena de comidas rápidas que se caracteriza por sus productos como las hamburguesas, las papas fritas, los menús para el desayuno y los refrescos, había cerrado temporalmente sus 850 puntos de venta en Rusia.

El gigante estadounidense, que tiene sedes en más de 120 países, dijo que tomó la decisión debido a la "crisis humanitaria" y el "ambiente operativo impredecible" causado por la guerra de Ucrania. El primer restaurante McDonald's en Moscú en 1990 llegó a simbolizar el fin de las tenciones por la Guerra Fría.

"Este es un tema complicado que no tiene precedentes y tiene profundas consecuencias", señaló el presidente ejecutivo de McDonald's, Chris Kempczinski, en un mensaje al personal y a los proveedores y agregó: "Es imposible ignorar la crisis humanitaria provocada por la guerra en Ucrania. Y es imposible imaginar que los Arcos Dorados representen la misma esperanza y promesa que nos llevó a ingresar al mercado ruso hace 32 años”.

McDonald's venderá todos sus sitios a un comprador local y comenzaría el proceso de "desarmar" los restaurantes, lo que implica eliminar su nombre, marca y menú. Conservará sus marcas registradas en Rusia.

La cadena enfatizo en que sus prioridades incluían tratar de garantizar que sus 62.000 empleados en Rusia siguieran cobrando hasta que se completara cualquier venta y que tuvieran "empleo futuro con cualquier comprador potencial".