Los manifestantes en Irán estpan convocando a una huelga de tres días esta semana en medio de informes contradictorios de que la "policía moral" de la nación había sido cerrada y, como dijo Estados Unidos, el liderazgo en Teherán se había encerrado en un "círculo vicioso" que lo había corlocado lejos de su propio pueblo y de la comunidad internacional.

La llamada aumenta la presión sobre las autoridades iraníes después de que el fiscal general dijera este fin de semana que la policía moral, cuya detención de una joven desencadenó meses de protestas, había sido cerrada.

No hubo confirmación del cierre por parte del Ministerio del Interior, que está a cargo de la policía moral, y los medios estatales iraníes dijeron que el fiscal general, Mohammad Jafar Montazeri, no era responsable de supervisar la fuerza.

El domingo, después de una reunión a puerta cerrada con varios altos funcionarios iraníes, incluido el presidente Ebrahim Raisi, el legislador Nezamoddin Mousavi dijo a la agencia de noticias semioficial Isna que el gobierno estaba "prestando atención a las demandas reales de la gente", aunque no abordó el cierre informado de la policía de la moral.