Los talibanes le han pedido a los miembros del Congreso de los Estados Unidos que actúen para liberar los activos afganos congelados después de su toma de posesión del país en agosto.

En una carta abierta, el ministro de Relaciones Exteriores de los talibanes, Amir Khan Muttaqi, dijo que el mayor desafío al que se enfrenta Afganistán es la inseguridad financiera, "y las raíces de esta preocupación se remontan a la congelación de los activos de nuestro pueblo por parte del gobierno estadounidense".

"Solicito que se abran las puertas para las relaciones futuras, se descongelen los activos del Banco Central de Afganistán y se levanten las sanciones a nuestros bancos", escribió, al mismo tiempo que advirtió que la agitación económica en el país podría generar problemas en el extranjero, lo que provocaría una migración masiva que " en consecuencia, creará más problemas humanitarios y económicos”, expresó Muttaqi en el comunicado.

Washington ha incautado casi 9.500 millones de dólares en activos que pertenecen al banco central afgano desde que los talibanes tomaron el poder. En octubre, el subsecretario del Tesoro de los Estados Unidos, Wally Adeyemo, dijo a un comité del Senado de los Estados Unidos que no veía ninguna situación en la que los talibanes pudieran acceder a las reservas del banco central afgano.

Mientras tanto, la economía del país de Medio Oriente, dependiente de la ayuda, se ha derrumbado en la práctica, con funcionarios públicos impagos durante meses y el tesoro que no puede pagar las importaciones.

Si bien las naciones preocupadas han prometido cientos de millones de dólares en ayuda, muchas son reacias a comprometer fondos a menos que los talibanes estén de acuerdo con un gobierno más inclusivo y garantizar los derechos de las mujeres y las minorías.

“Les presento nuestras felicitaciones y me gustaría compartir algunos pensamientos sobre nuestras relaciones bilaterales”, escribió Muttaqi, señalando que 2021 fue el centenario del reconocimiento de Washington por la independencia de Afganistán.

Hasta la fecha, Washington no ha reconocido a los talibanes como el gobierno legítimo en Afganistán, aunque la semana pasada la administración del presidente Joe Biden anunció que Qatar sería su representante diplomático en el país.

En la carta, Muttaqi argumentó que Afganistán disfrutaba de un gobierno estable por primera vez en más de 40 años, un período que comenzó con una invasión de la Unión Soviética en 1979 y terminó con la retirada de las últimas tropas estadounidenses el 31 de agosto.

Los talibanes habían gobernado Afganistán anteriormente de 1996 a 2001, promulgando políticas brutales que violaban los derechos humanos, en particular para las mujeres y las niñas. Su regreso al poder ha suscitado temores sobre los derechos humanos.

Desde que asumieron el poder, los líderes del grupo han tratado de convencer a la comunidad internacional de que tienen la intención de hacer las cosas de manera diferente esta vez, aunque su decisión de no nombrar a ninguna ministra hasta el momento y de prohibir en su mayoría a las niñas regresar a la escuela secundaria, ha hecho poco para aliviar las preocupaciones.

"Se han dado pasos prácticos hacia el buen gobierno, la seguridad y la transparencia. No se plantea ninguna amenaza para la región o el mundo desde Afganistán y se ha abierto un camino para la cooperación positiva", escribió el ministro.

Advirtió que Estados Unidos corría el riesgo de dañar aún más su reputación en el país "y esto servirá como el peor recuerdo arraigado en los afganos a manos de Estados Unidos".