Un equipo de los servicios secretos afganos arrojó unos 3.000 litros de alcohol en un canal de Kabul, según ha informado la Dirección General de Inteligencia afgana en un comunicado.

Los vídeos difundidos en redes sociales muestran a los agentes vertiendo bidones de alcohol que habrían sido incautado en operaciones realizadas en la capital. Los talibanes no toleran el consumo de alcohol por su interpretación estricta de las leyes coránicas.