Gran Bretaña anunció que en Libia la aviación de Gadafi está “bloqueada”.

Ya hubo trescientas treinta y seis operaciones y ciento ocho bombardeos desde el sábado.

Mientras los occidentales controlan el aire, los rebeldes continúan retrocediendo en sus enfrentamientos por tierra contra las fuerzas del “guía de la revolución”.

Los insurgentes padecen problemas logísticos, armamentísticos y limitaciones estratégicas por falta de mandos capaces en cantidad suficiente, ya que los cuadros más altos de las fuerzas armadas libias son, como suele ocurrir, los más fieles al poder tradicional.

El líder libio alentó a sus seguidores en Trípoli y aseguró que sus fuerzas “no se rendirán”.