En Murcia, España, fueron liberadas 19 mujeres de Venezuela, Colombia, Brasil y Panamá que estaban en dos prostíbulos de manera involuntaria. Las fuerzas españolas de seguridad acusaron a 22 personas de estar detrás de esta explotación sexual y trata de seres humanos. Las mujeres vivían amenazadas y se les retenía el pasaporte para evitar que huyeran.