El Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) llegaron al primer acuerdo de paz en el marco de las negociaciones iniciadas el año pasado para poner punto final al conflicto armado en ese país. Este primer paso se ocupa del tema de la tierra, el primer punto de la agenda pactada para los diálogos de paz que se desarrollan en Cuba.

El acuerdo se dio a conocer en un acto formal en el Palacio de Convenciones de La Habana en el que estuvieron presentes los negociadores del Gobierno y de la guerrilla, y representantes de los países garantes del proceso (Cuba y Noruega), y los acompañantes (Venezuela y Chile).

Las partes han llegado a acuerdos sobre aspectos como el acceso y uso de la tierra, las tierras improductivas, la formalización de la propiedad, la frontera agrícola, y la protección de Zona de Reserva, según un comunicado conjunto de la mesa de negociación, leído por los representantes de los países garantes en este proceso de paz, Carlos Fernández de Cossío, de Cuba, y Dag Mylander, de Noruega.

El Gobierno y las FARC también han logrado consensuar aspectos como programas de desarrollo con enfoque territorial, infraestructura y adecuación de tierras y el impulso al desarrollo social en el campo en áreas como la salud, educación, vivienda y la erradicación de la pobreza.

El acuerdo, denominado "Hacia un nuevo campo colombiano: reforma rural integral", supondrá "el inicio de transformaciones radicales de la realidad rural y agraria de Colombia con equidad y democracia", según reza el comunicado conjunto.

Para los negociadores de paz, este acuerdo "está centrado en la gente, el pequeño productor, el acceso y distribución de tierras y la lucha contra la pobreza, el estímulo a la producción agropecuaria y la reactivación de la economía del campo".

"El acuerdo (sobre desarrollo agrario) busca que se reviertan los efectos del conflicto y que se restituyan (recompensen) las víctimas del despojo y del desplazamiento forzado", dijo en presencia de ambas delegaciones el diplomático cubano Carlos Fernández de Cossío, cuyo país es garante de las conversaciones de paz junto a Noruega.

El negociador jefe de las FARC, Iván Márquez, aclaró no obstante que quedaron pendientes algunas "salvedades puntuales" sobre el tema agrario, que serán retomadas por ambas partes más adelante en las conversaciones.

"Hemos avanzado en la construcción de un acuerdo, con salvedades puntuales, que necesariamente tendrán que ser retomadas antes de la concreción final de un acuerdo", dijo Márquez, número dos de las FARC, sin dar detalles sobre las mismas.

El acuerdo sobre la tierra es fundamental ya que es una de las principales causas del conflicto armado. Se trata de un paso histórico que podría llevarlos finalmente a desactivar el conflicto que lleva más de 50 años en Colombia.

Los negociadores recordaron que uno de los principios del proceso de paz es que "nada está acordado hasta que todo esté acordado", es decir, que la aplicación de los acuerdos que se vayan construyendo está condicionada a que se logre un tratado integral y definitivo de paz. "No hay aplicación parcial de los acuerdos", enfatizó el líder de la delegación del gobierno colombiano, Humberto de la Calle.