La Unión Europea decidió este miércoles suspender la exportación de armas y artículos que pudieran ser utilizados para represión interna, pero no detuvieron los programas de ayuda por temor a agravar la ya dura situación del común de los egipcios.

En cambio, los 28 ministros de Relaciones Exteriores de la UE pidieron a las autoridades militares y a partidarios de la Hermandad Musulmana (del depuesto presidente Mohamed Mursi) que reanuden las negociaciones para evitar que continúe derramamiento de sangre.

"Se decidió suspender todas las entregas de armas que puedan ser utilizadas internamente", dijo el ministro francés Laurent Fabius después de la reunión de emergencia realizada en Bruselas. "Hemos decidido mantener nuestra ayuda a la población egipcia porque ya sufre enormemente", agregó.

Enfrentamientos entre fuerzas de seguridad de Egipto y partidarios de Mursi han ocasionado la muerte de cientos de personas desde la semana pasada.

"Nosotros ciertamente creemos que las operaciones recientes de las fuerzas de seguridad han sido desproporcionadas y nos preocupa la alarmante cifra resultante de gente asesinada", dijo Catherine Ashton, jefa de Política Exterior de la Unión Europea.

"Hacemos un llamado a todas las partes a detener el círculo de violencia, a detener las provocaciones, a detener el discurso de odio", enfatizó, agregando que la UE "condena enérgicamente" la violencia reciente.

Aunque la UE carece de la fuerza militar y los vínculos de larga data que otorgan a Estados Unidos una posición especial respecto a El Cairo, el bloque europeo es el mayor socio comercial de Egipto y una gran fuente de ayuda, préstamos y turistas. La UE y sus Estados Miembros se comprometieron el año pasado a otorgar a Egipto un total de 5.000 millones de euros (US$ 6.700 millones) en préstamos y ayuda.