El 6 de junio, el Boeing 747 de la aerolínea iraní Mahan Air se dirigió al aeropuerto internacional de Ezeiza para entregar un cargamento de autopartes, mas por la niebla, tuvo que descender en Córdoba. Dos horas más tarde se dirigió a su destino en donde fue inspeccionado. El viaje siguió a Uruguay donde solicitó bajar para recargar combustible pero no fue autorizado debido a una alerta que recibió el país oriental.