Todas las vacunas contra el coronavirus autorizadas en los distintos países requieren una inyección. Esto genera que todas las personas con fobias a las agujas sean extremadamente reacias a recibir la inyección. Además, los efectos secundarios que incluyen sensación de fiebre, síntomas similares a los de la gripe y dolor en el brazo son comunes cada vez que se aplican las dosis.