Casi dos décadas después de que Brasil aprobara una histórica ley de control de armas de fuego, Bolsonaro ha utilizado docenas de órdenes ejecutivas para debilitar tales restricciones, convirtiendo el derecho a portar armas en un símbolo de su movimiento de derecha. Un importante proyecto de ley de liberalización, que se está discutiendo en el Senado, podría consagrar en la ley su impulso para hacer de Brasil una nación armada como Estados Unidos.