El antiguo hotel Sirhowy Arms, en Argoed, un pequeño pueblo del sur de Gales, se ha convertido en el escenario de un truculento suceso que ha acabado con la vida de dos personas.

Según un artículo del diario español ABC, Matthew Williams fue visto a la una y media de la madrugada comiendo el rostro de una joven a la que había invitado a tomar una copa. Se ensañó con sus ojos y le mordió la cara hasta provocarle la muerte.

Los agentes se vieron obligados a inmovilizar al caníbal con una pistola Taser de aturdimiento.Aunque los servicios de emergencia trataron de mantenerlo con vida, la descarga eléctrica de 50.000 voltios acabó con él.