El "país mas feliz del mundo" podría ser el que le provoque el peor dolor de cabeza a Vladimir Putin y lo acorrale en una encrucijada compleja. Finlandia, gobernada por la joven socialmócrata de 36 años, Sanna Marin, debate intensamente su ingreso a la OTAN y es justamente, la peor pesadilla rusa: un país con una larga frontera directa, miembro de la alianza militar occidental: casi la motivación de la invasión a Ucrania.

Marin, la primera ministra del país que la semana pasada fue seleccionado por quinto año consecutivo como "el mas feliz del mundo" por sus extraordinarias condiciones de vida, ha utilizado con maestría la crisis en Ucrania, se ha vinculado por su posición geopolítica estratégica, con los mayores líderes del mundo Occidental y se ha transformado en una pieza importante para la OTAN.

Marin con Trudeau el líder canadiense
Marin con Trudeau el líder canadiense

La primera ministra venía de una crisis interna producto de un error de cálculo en su vida personal. En plena pandemia, luego de ser contacto estrecho de un ministro con Covid, se fue a bailar a una disco hasta las cuatro de la mañana. La oposición la destrozó, aprovechó para hacer mella en la presunta inmadurez de su juventud como impedimento para gobernar adecuadamente.

Pero la invasión a Ucrania la revivió y la consolidó como una líder europea. Su iniciativa para ingresar a la OTAN ya se debate en el parlamento y ha duplicado en pocos días la aceptación de la opinión pública.

Junto a Joe Biden
Junto a Joe Biden

Una encuesta realizada por el grupo de expertos del Foro de Negocios y Políticas de Finlandia determinó que el 60% de las personas apoyaban que Finlandia se uniera a la OTAN, un salto enorme con respecto a años anteriores. 

Finlandia comparte una larga frontera con Rusia y una vez fue parte del Imperio Ruso. Después de obtener la independencia, fue invadida por la Unión Soviética en 1939, pero se defendió y no fue derrotada.

El país ha mantenido durante décadas un cuidadoso equilibrio entre Rusia y los países occidentales, lo que implicó evitar la membresía en la OTAN. En el momento de la última encuesta de la misma consultora en 2021, la mayoría de los finlandeses parecían apoyar esa posición, y solo el 34% respaldaba pertenecer a la OTAN.

Sin embargo, la invasión de Rusia a Ucrania, otro país no perteneciente a la OTAN, ha provocado un cambio: casi se ha duplicado ahora su apoyo a unirse.

Sanna con el Canciller alemán
Sanna con el Canciller alemán

La imagen pública de Marin se ha multiplicado, según las mediciones. Si bien, como todos los oficialismos, sufrió un impacto con el manejo de la pandemia, y un pico de descenso luego del affaire de la discoteca, ahora está en su punto mas alto con el 68% de imagen positiva y solo el 12% de negativa.

Lidera además, un gabinete de jóvenes mujeres que han demostrado un éxito notable en políticas ambientales y de seguridad social. Sanna comunica como una mileniall en las redes sociales, se ven historias donde, con su teléfono, enfoca su propios pies mientras camina hacia una cumbre europea por ejemplo.

Marin con Macron
Marin con Macron

Este país, modelo de convivencia y civilización, liderado por mujeres jóvenes, puede ser el peor dolor de cabeza para Putin, que invadió Ucrania para evitar su ingreso a la OTAN, justamente porque no deseaba a la alianza militar occidental en su propia frontera. 

Pero Finlandia se encamina a formar parte de ella y comparte con Rusia mas frontera que la propia Ucrania. Las maniobras geopolíticas de Marin son jugadas pero inteligentes, porque se producen cuando la eficiencia militar rusa está cuestionada y al momento en que occidente no podría tolerar una segunda invasión a un país pro occidental. 

Esta claro, después de la resistencia ucraniana, que sin usar armas de destrucción masiva, Putin no podría mantener dos conflicitos a la vez, pero al mismo tiempo, la OTAN no podría tolerar que las use ni tampoco que invada un segundo país europeo. Es tiempo de acelerar con su integración a Europa y la OTAN para Finlandia, y Marin sin duda, acelera.