Libia: extrema tensión entre los dos ejecutivos, la ONU pide calma

La misión de apoyo de las Naciones Unidas en Libia (Manul) pidió calma el jueves tras la movilización de los grupos armados alrededor y en la capital, Trípoli. Esto, en medio de una crisis política entre dos gobiernos competidores que reclaman el poder ejecutivo.

La situación estaba a punto de explotar  en la capital libia.

A lo largo del día jueves, los vídeos compartidos en las redes sociales mostraron convoyes militares que se dirigían a la capital, mientras que otros opuestos, ya en alerta en Trípoli, erigieron presas de arena.

La situación se relajó un poco temprano en la noche cuando las fuerzas de Misrata leales a Fathi Bachagha, el nuevo Primer Ministro nombrado por el Parlamento a principios de febrero, se dieron la vuelta.

El primer ministro saliente Abdel Hamid Dbeibah, negándose a ceder el poder a Bachagha, este último anunció que iría a la capital "por fuerza de la ley". Obviamente, sus fuerzas estaban tratando de ocupar el lugar del gobierno y de varios ministerios, pero evitando enfrentamientos, lo que no era posible.

Ayer acompañó estos peligrosos acontecimientos una guerra mediática paralela. Declaraciones falsas han informado de la renuncia de algunos ministros del gobierno de Dbeibah, como los de Asuntos Exteriores e Interior, antes de que los interesados la nieguen oficialmente.

De hecho, cuatro ministros han renunciado anunciando que apoyan al Parlamento y la legitimidad.

Los miembros de Manul abandonaron ayer la capital libia, dirigiéndose a Túnez, mientras que la tensión aumentó para amenazar la frágil estabilidad que ha prevalecido desde 2020. Las Naciones Unidas instaron a los protagonistas de la crisis libia a "abstenerse de cualquier acción que pudiera conducir a enfrentamientos armados".

Richard Norland, Enviado Especial y Embajador de los Estados Unidos en Libia, apoyó plenamente el mensaje de Manul y, a su vez, pidió calma.