Este viernes, el director del comité de investigaciones enviado por la ONU a Ucrania, Erik Mose, confirmó que Rusia ha cometido crímenes de guerra en Ucrania durante los siete meses que lleva el conflicto, asegurando que la mayoría los ataques militares se llevaron a cabo “sin distinguir entre civiles y combatientes”.

Las pruebas fueron encontradas por la delegación tras visitar 27 pueblos y asentamientos en cuatro regiones: Kiev, Chernihiv, Járkiv y Summy, donde algunas zonas estuvieron controladas por los rusos hasta ser recuperadas por el Ejército ucraniano. Asimismo, se entrevistaron a más de 150 víctimas y testigos. 

“Nos llamó la atención la gran cantidad de ejecuciones en las zonas que visitamos. La comisión está investigando actualmente este tipo de muertes en 16 pueblos y asentamientos”, indicó el director del comité de investigaciones. 

De igual manera, se identificaron víctimas de violencia sexual con edades comprendidas entre los cuatro y 82 años, donde se asegura que han habido “menores que han sido violados, torturados y retenidos ilegalmente”. En algunos casos, sus familiares fueron forzados a ver cómo eran maltratados o torturados. Este tipo de agresión es parte de la estrategia de los soldados rusos en el conflicto. 

Asimismo, algunas víctimas contaron que fueron trasladadas a Rusia, donde fueron sometidas a todo tipo de abusos como palizas y shocks eléctricos durante semanas. Aseguraron, además, que algunos de esos detenidos “han desaparecido”

Por su parte, Moscú niega haber atacado deliberadamente a civiles durante la "operación militar especial" en el país vecino.