La honda crisis política egipcia tras el golpe militar que la semana pasada derrocó al presidente constitucional Mohamed Mursi volvió a ensangrentar El Cairo cuando las tropas abrieron fuego sobre una multitud frente a la Guardia Republicana, provocando más de 50 muertos entre sus partidarios.

En la jornada más cruenta desde el reciente golpe de Estado en Egipto, soldados mataron hoy a más de 50 personas en El Cairo al abrir fuego contra una multitud que protestaba contra el derrocamiento del presidente Mohamed Mursi.

Bajo presión interna e internacional tras la matanza de la madrugada, el hombre puesto por los militares como presidente interino anunció al caer la noche un calendario para reformar la Constitución y para celebrar elecciones parlamentarias a principios del año próximo, y presidenciales algo después.

Más temprano, la Hermandad Musulmana, el movimiento islamista al que pertenece Mursi, llamó a una rebelión total contra el Ejército en repudio a la matanza de Nasr City, en coincidencia con temores de líderes religiosos locales a una guerra civil en Egipto y condenas y expresiones de alarma de varios gobiernos extranjeros.

La matanza ocurrió de madrugada cerca del edificio de la Guardia Republicana, el lugar donde se cree que está preso Mursi, cuando las tropas dispararon contra cientos de seguidores del derribado presidente que acampan desde hace días frente a la mezquita Rabaa-al-Adaweya, y en sus inmediaciones, a algunas cuadras del cuartel.

La Hermandad Musulmana y manifestantes denunciaron que el Ejército abrió fuego sin provocación, pero el Ejército afirmó que respondió a un ataque de hombres armados contra el edificio que causó la muerte a un soldado y a dos policías. La balacera dio lugar a enfrentamientos que se extendieron durante tres horas, con manifestantes que arrojaban piedras y bombas molotov y los soldados que no dejaban de disparar.

Los hechos amenazan con agravar aún más las tensiones entre los partidarios de Mursi, que acusan al Ejército de un golpe de Estado contra la democracia, y sus oponentes, que dicen que el depuesto mandatario se aprovechó de su victoria electoral de 2012 para reforzar el control del Estado por parte de la Hermandad.

La agencia de noticias estatal egipcia MENA dijo que 51 manifestantes murieron y 435 resultaron heridos en los sucesos de hoy frente a la Guardia Republicana en El Cairo. El Ejército, en un comunicado, afirmó que sus efectivos respondieron a un ataque de "terroristas armados" contra el edificio en el que murieron un soldado y dos policías. El parte castrense agregó que 200 personas fueron detenidas en posesión de armas de fuego y artefactos incendiarios.

Sin embargo, voceros de la Hermandad Musulmana ofrecieron una conferencia de prensa en la mezquita de Rabaa al-Adaweya para culpar al Ejército por las muertes y mostrar casquillos de bala, granadas y videos con impresionantes imágenes. Los islamistas mostraron granadas de las comunes y de las lacrimógenas, que al manipularlas volvieron a despedir el gas, lo que hizo lagrimear a varios de los periodistas presentes.

Muchos heridos -aquellos que no estaban en las peores condiciones- fueron llevados y atendidos en dependencias de la mezquita, que en buena parte quedó transformada en un hospital de campaña improvisado. Mientras yacía en el piso para que le suturaran una herida de bala en una pierna, un hombre contó que la carga policial comenzó en la madrugada y sorprendió a los seguidores de Mursi.