La inflación del Reino Unido se disparó al 9% en abril, su nivel más alto en más de 40 años, ya que el aumento del costo del gas y la electricidad llevó las facturas de energía de los hogares a niveles récord.

El aumento del costo de los alimentos y el transporte también contribuyó al aumento del costo de vida, lo que profundizó la crisis que afecta a millones de familias de ingresos bajos y medios.