Inmoral, lamentable, patético, impúdico... Los adjetivos no faltaron para condenar el explosivo libro de Valérie Trierweiler que salió a la venta hoy en Francia: Merci pour ce moment (Gracias por ese momento), donde la ex compañera del presidente François Hollande relata la historia amorosa que los unió durante nueve años y, sobre todo, los 20 meses que pasó en el Palacio del Elíseo, antes de la separación.

Pero, más bien, esas 320 páginas, escritas en el más absoluto secreto, son un acto supremo de venganza contra el hombre que compartió su vida y que, llegado al poder supremo, no titubeó en engañarla y deshacerse de ella en la forma más humillante.

Ésa es la versión de Trierweiler. Como sucede en estos casos, nada permite corroborar ese relato, que gira en torno a una historia ordinaria de desgarramiento conyugal, explicada en sus mínimos detalles por uno solo de los protagonistas.

"El libro no es una bomba ni un escándalo. Es simplemente el acto de defunción de algo que existió y, sobre todo, un feroz arreglo de cuentas", señaló la periodista Françoise Fressoz.

Trierweiler intenta en esas páginas corregir la imagen "de ese personaje con mi nombre y mi cara, pero que no soy yo: la histérica, la ladrona de marido, la rencorosa". Para ella, todo eso fue producto del cambio que provocó en Hollande su acceso al poder y que terminó sumergiendo su vida privada.

En el libro, Trierweiler evoca desde la intimidad las sucesivas crisis, reconoce sus celos y su obsesión: Ségolène Royal, ex mujer y madre de los cuatro hijos de Hollande.

El problema más grave, sin embargo, es que Trierweiler nunca se sintió legítima. Y Hollande no hizo nada para tranquilizarla. "Durante 20 meses -confiesa-, siempre entré al Elíseo por la puerta lateral. Jamás por el patio de honor." En septiembre de 2012, Hollande le habría propuesto matrimonio. "Pero se echó atrás un mes después, con palabras de una crueldad increíble. Julie Gayet ya había entrado en su vida y yo lo ignoraba", relata.

Hay quienes sostienen que Hollande continúa su relación amorosa con la actriz Julie Gayet. Tal vez por esa razón, Trierweiler afirma en su libro que después de la brutal separación desencadenada por esas fotos el presidente siguió enviándole flores, invitándola a comer e inundando su teléfono hasta con 27 SMS por día, durante más de seis meses.

La estocada, sin embargo, llega en las páginas más personales del libro. Hija de un inválido de guerra y de una cajera que tuvieron seis hijos, Trierweiler creció en un barrio popular de Angers (en el centro-oeste de Francia). Según escribe, en varias ocasiones el presidente hizo comentarios humillantes sobre esos orígenes.

"Hollande se presentó a las elecciones como el hombre que no quería a los ricos. En realidad -concluye- tampoco quiere a los pobres. Él, hombre de izquierda, los llama en privado «los sin dientes», y está orgulloso de su ironía."

Hasta anoche, el Palacio del Elíseo mantenía el más absoluto silencio respecto de las revelaciones del libro.