La contraofensiva relámpago de Ucrania en el noreste del país ha infligido una extraordinaria derrota a Moscú, lo que llevó al ejército ruso a retirar miles de tropas después de sufrir una serie de derrotas en el campo de batalla.

En un día de acontecimientos trascendentales, las fuerzas ucranianas confirmaron la liberación del crucial centro ferroviario de Kupiansk y poco después tomaron Izium, la principal base de las fuerzas de Moscú en la región de Kharkiv.

A las pocas horas de la caída de Izium, el Ministerio de Defensa de Rusia admitió que estaba retirando sus fuerzas de la región.

Pero claro, los rusos no se quedaron quietos, bombardearon la central eléctrica de de esa ciudad, y la dejaron sin luz ni agua, así como a buena parte de la región.

El alcalde de la ciudad de Kharkiv, Ihor Terekhov, dijo que el ataque ruso había dejado sin electricidad y agua a gran parte de la ciudad, en lo que describió como un acto de "venganza" de Rusia por los recientes éxitos de Ucrania en el campo de batalla. Hubo informes de apagones en Dnipro, Poltava y otras ciudades del este, que afectaron potencialmente a millones de civiles.

Por ende, el éxito de la contraofensiva ucrania deberá esperar a las consecuencias finales de la misma y a lo que llaman, la apuesta rusa: “el invierno definirá la guerra”. Los de Vladimir Putin esperan que ucrenia sin el gas ruso y tal vez sin electricidad, sea un rival menor en invierno.