La crisis en Twitter alcanzó nuevas alturas el viernes cuando se informó que cientos de empleados rechazaron el ultimátum de Elon Musk para seguir trabajando para la empresa, amenazando su capacidad para seguir operando.

Cuando la empresa cerró temporalmente sus oficinas al personal, los usuarios de Twitter comenzaron a despedirse y a vincularse a cuentas en otras plataformas.