El paro fue prácticamente total durante la madrugada pero algunas formaciones comenzaron a circular a partir de las 7 en cumplimiento de una resolución de la Justicia que obliga a garantizar un servicio mínimo, según las agencias Ansa y EFE.

Las líneas 1, 2, 3 y 5 del subte de la mayor urbe brasileña y de la ciudad en que se disputará el partido inaugural del Mundial, estarán paralizadas durante el tiempo que se alargue la huelga, lo que supone que un tercio del servicio de la red dejará de funcionar indefinidamente.

Una de las líneas del subte une el centro de la ciudad con el estadio Itaquerao donde se disputará el partido inaugural de la Copa luego de una ceremonia en la que concurrirán la presidenta Dilma Rousseff y el titular de la FIFA, Joseph Blatter.

Las autoridades del Metro de San Pablo hasta ahora no han manifestado su intención de presentar algún recurso legal para garantizar un porcentaje del servicio y disminuir los efectos de la paralización aprobada por los trabajadores en asamblea.