El Reino Unido confirmó este jueves de manera oficial el rechazo al programa de vuelos desde la Argentina a las Islas Malvinas que propuso la presidenta Cristina Fernández, en una jornada en la que además el primer ministro británico David Cameron institucionalizó su decisión de mantener la presencia militar en el Atlántico Sur.

El gobierno británico de Malvinas respondió formalmente a la carta enviada por la embajadora argentina, Alicia Castro, al Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido y, como ya lo había anticipado, desestimó la propuesta de vuelos a las islas.

La respuesta fue enviada en dos cartas: la primera de Sharon Halford, miembro de la Asamblea Legislativa de las islas, a Colin Roberts, director de "Territorios de Ultramar" del Foreign Office, y la otra del mismo Roberts, dirigida a la embajadora Castro.

En realidad, el rechazo a la propuesta de los vuelos ya había sido comunicado poco después del anuncio de la presidenta argentina, cuando el propio gobernador en las islas, Nigel Haywood, señaló que "en tiempos donde cada acto de Argentina parece ser hostil no veo porqué deberíamos ver a esta oferta con algún grado de entusiasmo".

La propuesta argentina era que los vuelos partiesen desde el aeroparque Jorge Newbery a Puerto Argentino tres veces por semana y que fuesen operados por Aerolíneas Argentinas y no por Lan Chile.

La iniciativa había sido comunicada por la jefa de Estado el 1 de marzo, en medio de los fuertes cruces con Londres por la soberanía de las Malvinas en el año en que se cumplió el 30 aniversario de la guerra por el archipiélago.

La respuesta oficial llegó días después de que el primer ministro inglés, David Cameron, se enfrentara con Cristina Fernández sobre el tema Malvinas cuando se encontraron cara a cara en la cumbre del G-20 en México.

En tanto, la determinación del Reino Unido para "defender" las Malvinas mediante el despliegue militar que tiene en la zona fue refrendada este jueves en el Libro Blanco (documento oficial que publica el gobierno inglés que sirve de informe sobre algún problema), donde se declaró que no habría "debilitamiento" en las políticas que viene manteniendo en torno a ese territorio en disputa.