Hace una década, Gabriel Boric era un melenudo de 25 años que conducía a miles de estudiantes clamorosos por las calles de la capital chilena con megáfono en mano, exigiendo educación gratuita para todos.

Boric fue parte de una generación de líderes estudiantiles que fueron catapultados al centro de atención en 2011 durante un levantamiento contra las disparidades en el sistema educativo de Chile.

Esas protestas radicalizaron a una generación y ahora se consideran un precursor del estallido más amplio de disturbios sociales que se propagó por todo el país en octubre de 2019 .

Ahora, después de dos mandatos en el Congreso, Boric ha irrumpido en la carrera presidencial de Chile, ganando más del 60% de los votos para convertirse en candidato de la coalición de izquierda del país en las elecciones de noviembre.

Boric obtuvo más de 1 millón de votos en las primarias del domingo, logrando una victoria decisiva sobre el candidato del Partido Comunista Daniel Jadue, y prometió liderar el asalto al modelo económico de la era Pinochet en Chile.

“Algo hermoso y emocionante está sucediendo aquí, amigos”, declaró en un pequeño escenario frente a la sede de su campaña en la capital, Santiago. “Venimos de movimientos sociales [y] fuimos moldeados políticamente por las luchas que se han ido construyendo a lo largo de la historia… ¡Si Chile fue la cuna del neoliberalismo, también será su tumba!”. proclamó, con el puño levantado.

Boric, un licenciado en derecho de Magallanes, la región más austral de Chile, que abarca los dramáticos fiordos e islotes de Tierra del Fuego, prometió unidad e inclusión. 

Mientras tanto, el exministro de desarrollo social y presidente del banco estatal Sebastián Sichel, luchó contra la competencia de un alcalde conservador y otros dos exministros para ganar una primaria de derecha a cuatro bandas.

Las victorias de Sichel y Boric sugieren que, si bien muchos chilenos quieren un cambio después de 18 meses tumultuosos de protestas y cuarentenas, no estaban dispuestos a mirar a los extremos a ambos lados del espectro político.

“Este es solo el comienzo para los líderes de la protesta de 2011”, dijo Javiera Arce, politóloga de la Universidad de Valparaíso. “Boric ha aprendido de los errores del pasado y buscó forjar acuerdos; esta es una generación increíblemente importante en la historia política de Chile”.