El Papa decidió no asistir a un concierto en el que era un invitado de honor. El concierto por el Año de la Fe se realizaba el sábado en el Aula Pablo VI del Vaticano, pero la silla que estaba reservada en el centro para Francisco permaneció vacía durante todo el evento.

"Se recibió con sorpresa la noticia", destacó Andrés Beltramo, periodista argentino desde el Vaticano, en Bravo. Continental.

El día anterior al concierto, Francisco dijo que los obispos debían estar "cerca de la gente" y no tener la "mentalidad de un príncipe".

La imagen de la silla vacía fue utilizada en muchos periódicos italianos. El Corriere della Sera del lunes calificó su decisión como "una demostración de fuerza" para ilustrar el estilo simple que quiere que adopten los funcionarios de la Iglesia.