El Reino Unido y Europa continental se han visto afectados por un número "sin precedentes" de casos de gripe aviar este verano, con 47,5 millones de aves sacrificadas desde el otoño pasado, según nuevas cifras.

Los productores avícolas desde el norte de las islas Svalbard de Noruega hasta el sur de Portugal han informado en conjunto casi 2500 brotes de la enfermedad desde el año pasado.