Joe Biden se reunió con sus compañeros demócratas el lunes por la noche, entregando un mensaje de optimismo y determinación frente a las preocupaciones generalizadas sobre la actuación de su partido en las elecciones de mitad de período del hoy. 

Dirigiéndose a una bulliciosa multitud en Maryland, Biden enfatizó lo mucho que está en juego en las contiendas que determinarán el control del Congreso de los Estados Unidos durante los próximos dos años. 

Pintando una imagen sombría de un Congreso controlado por los republicanos, Biden predijo que el partido contrario usaría sus mayorías para hacer retroceder los derechos de los estadounidenses y desmantelar los programas de bienestar social. “Nuestras vidas estarán determinadas por lo que suceda el próximo año o tres años”, dijo Biden. “Va a dar forma a cómo serán las próximas dos décadas”, concluyó.

Biden repitió su promesa de reforzar el derecho al aborto si los demócratas amplían sus mayorías en el Congreso, pero encuestas recientes sugieren que los estadounidenses actualmente están más enfocados en cuestiones económicas, donde los republicanos tradicionalmente tienen una ventaja entre los votantes. 

En los últimos días de campaña, algunos demócratas expresaron su alarma porque sus candidatos no han hecho lo suficiente para abordar la ansiedad sobre el estado de la economía, lo que deja al partido vulnerable a una ola roja el martes.

 Ante una inflación casi récord y los temores de una posible recesión, Biden señaló en cambio diferentes métricas, a saber, la baja tasa de desempleo y los 10 millones de empleos creados desde que asumió el cargo, para defender la agenda económica de su administración. 

Al señalar que Donald Trump fue el primer presidente que supervisó una reducción de puestos de trabajo desde Herbert Hoover, Biden argumentó que los republicanos no tienen ningún plan para mejorar la economía.