El líder de la oposición, Mariano Rajoy, aseguró que la solución a los problemas de España pasa por la convocatoria de elecciones anticipadas. 

El presidente del Partido Popular cupló así al presidente del Gobierno español, José Luis Zapatero, de la situación económica de ese país y de pertenecer “al reino de la incertidumbre”.

El líder de los conservadores recordó cómo Zapatero no veía necesario el recorte del gasto público, ni abaratar el coste del despido en una reforma laboral, ni tocar las pensiones o los sueldos de los funcionarios.

En ese sentido, Rajoy acusó al jefe del Ejecutivo de haber destruido 700.000 empleos, cerrar 35.000 empresas y haber hecho que la deuda creciera en 100.000 millones.

Además, Rajoy ridiculizó las rectificaciones del Gobierno al decir que Zapatero "condena la conducta de Zapatero y se dispone, generosamente, a salvarnos de Zapatero".

Esos cambios de opinión, dijo, son los que "degradan la imagen del país en el exterior", aunque dejó claro que lo que está en juego "no es la solvencia de España, sino la de su administrador".