Profesores y estudiantes de todos los niveles educativos de España se movilizaron hoy en el marco de la segunda huelga general de 24 horas del año contra la reforma educativa neoliberal del gobierno de Mariano Rajoy. Diez millones de alumnos y 800.000 profesores están llamados a la huelga convocada tras la aprobación en el Congreso de los Diputados de la "Ley Wert", como se conoce la reforma de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) impulsada por el ministro José Ignacio Wert.

De acuerdo con los primeros datos proporcionados por las centrales de trabajadores mayoritarias, Comisiones Obreras (CCOO) y Unión General de Trabajadores (UGT), el paro está teniendo un seguimiento del 80% en el conjunto del gremio, aunque con diferencias en las diferentes comunidades de España. Por su parte, el Sindicato de Estudiantes elevó la adhesión al paro hasta el 90%, mientras el gobierno español aún no ha valorado el seguimiento que está tendiendo la medida de fuerza del sector educativo.

Están previstas movilizaciones este mediodía en las principales ciudades del país. En la capital, Madrid, la "Marea Verde", color que utiliza el sector educativo para manifestarse, lo hará durante la tarde. En términos generales, la nueva ley consolida los recortes en educación –en torno a los 6.000 millones-, un modelo basado en criterios mercantilistas y reincorpora elementos de la enseñanza franquista, como la religión católica y la homogeneización lingüística.

Esta última cuestión abre una nueva grieta con Cataluña en plena escalada del conflicto secesionista, ya que la lengua catalana es la que actualmente se utiliza en la enseñanza pública. De hecho, el gobierno regional anunció que no aplicará la ley, que está previsto que entre en vigor el próximo año.

Entre los puntos de la ley educativa del Partido Popular (PP) que rechazan los huelguistas destacan los recortes, la subida de las tasas universitarias, el cambio del sistema de repartos de becas, y valores que se quieren imponer que son del pasado, como la reintroducción de la asignatura Religión en las escuelas.

Se trata de la séptima reforma educativa en 37 años de democracia y, según el gobierno de Rajoy, pretende mejorar la calidad de la enseñanza y enfocarla a la empleabilidad de los jóvenes. La oposición política, por el contrario, considera que es una ley ideológica y retrógrada, y prometieron que no sobrevivirá al gobierno del PP, ya que la derogarán.