Los funcionarios antiterroristas y la policía están cada vez más preocupados por la trayectoria del movimiento antivacunas del Reino Unido a medida que evoluciona hacia el extremismo violento y la formación de milicias al estilo estadounidense.

Boris Johnson se encuentra entre los que reciben actualizaciones de seguridad directas sobre personas preparadas para "socavar la seguridad sanitaria nacional".